y el destino, se me antoja inescrutable.
Mi mirada;
se pierde en un confín de verdes aguas,
E instalada en el silencio confidente,
torna las amapolas a azuladas.
Un instante plañidero, crea margaritas que desarman.
Alocadas, mis manos estrujan palabras inexactas.
Y, el cuaderno que ideé para entenderme,
renegrea de trazos enturbiados,
por la lluvia de ojos que no escampan.
1 comentario:
regresé y no estabas tú , asi como el viento besa todo lo que toca , hoy quiero ser brisa suave ,loco viento,ciclon en torno a ti.
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