Y te presentas, así;
sin avisar,
cuando he dejado de temerte,
cuando contigo ya no cuento,
reapareces y todo lo trastocas,
me cambias de sentido,
y la vida
deja de correr hacia adelante.
Tus mil caras me obsesionan,
tus aristas afiladas,
tu insolencia inoportuna y arrogante
sustentadas en vértices ladinos y cortantes.
abofetean mi calma,
desfiguran y cambian mi semblante,
en rictus conviertes mi sonrisa,
y cubres de hielo mis ojos anhelantes.
Sólo el canto de un ave
al caer la tarde y la risa de los niños,
son capaces, de devolverme a este momento,
despertar sensaciones de presente,
y con ello, derrotarte.
sábado, 18 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
Y te niego tres veces
Cuando pienso en buscarte,
pero sigo a pie quieto.
Cuando siento mis manos palpar tu dolor,
pero no muevo un dedo.
Cuando sueño y no intento,
elevarte en un vuelo.
Cuando involucro el gesto,
en pasados inciertos...
... me transformo en desierto
... Y la aridez de mi alma
se retuerce y enreda,
perforando paisajes; cortándolos con fuego.
Si al inspirar te niego,
al expirar congelo el deseo,
y ateridos mis ojos
visten de inviernos viejos.
Me desdoblo y se escapa mi espíritu
a los cerros, donde mana tu sangre
y beberte es mi alimento.
Y mi otra mitad, un hueco
cavidad uniforme, donde el silencio es silencio.
pero sigo a pie quieto.
Cuando siento mis manos palpar tu dolor,
pero no muevo un dedo.
Cuando sueño y no intento,
elevarte en un vuelo.
Cuando involucro el gesto,
en pasados inciertos...
... me transformo en desierto
... Y la aridez de mi alma
se retuerce y enreda,
perforando paisajes; cortándolos con fuego.
Si al inspirar te niego,
al expirar congelo el deseo,
y ateridos mis ojos
visten de inviernos viejos.
Me desdoblo y se escapa mi espíritu
a los cerros, donde mana tu sangre
y beberte es mi alimento.
Y mi otra mitad, un hueco
cavidad uniforme, donde el silencio es silencio.
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