Atardecer en la playa de Cabañas.
Enero 2011.
Calor en las manos.
Piernas cuál columnas.
Plantada en la arena.
Mi cuerpo liviano, succiona energía de la madre tierra.
Un blanco perfecto.
De nubes dispersas.
Me alcanza y me llena.
Nitidez y vida, corren por mis venas.
La brisa me impulsa.
Aligera el alma.
Me invita a ir con ella.
El aire en mi pecho, se expande y me eleva.
Murmullos de mares,
Oleajes que calman.
Aromas que serenan.
Se aquieta la mente, Ya soy Universo.
Extasis, consciencia,
atención, vacío,
silencio, presente,
... ya siento la esencia.