Emparedado el corazón,
tras un muro de falsa dicha,
desplegamos las alas,
alzamos un vuelo artificial,
alzamos un vuelo artificial,
inspirado en palabras engominadas
y frágiles ilusiones de cristal,
la falsa modestia flotando
en aguas sucias, turbulentas.
A la deriva por los mares del dolor;
en formol anestesiadas las emociones;
pasamos de reyes de la alegría;
a tiranizar nuestro yo,
en aguas sucias, turbulentas.
A la deriva por los mares del dolor;
en formol anestesiadas las emociones;
pasamos de reyes de la alegría;
a tiranizar nuestro yo,
ofuscados de orgullo y soberbia,
insensibles al tú y al nosotros,
enojados y rencorosos;
hasta lograr huir, de nosotros mismos.
hasta lograr huir, de nosotros mismos.