Dice Aristóteles que "La esperanza es el sueño del hombre despierto". Por fin entiendo qué es la esperanza, por fin la siento muy dentro, la respiro y la tengo. Por fin me atrevo a enfrentar el miedo.
Me siento despierta, me siento viva y doy gracias por ser como soy.
Estoy en el buen camino, en un camino con rumbo. Elegido por mi. Ahora sé a donde me dirijo.
Tengo una responsabilidad: Ser feliz. Con esperanza, compromiso con la vida e ilusión alcanzaré la felicidad.
Tengo un deseo: Sentirme en plenitud. Utilizando la meditación conseguiré brillar, quiero ser un ser de paz.
Tengo una tarea: Educar a mis hijos, y cuidar a mis seres queridos.Enseñarles con comprensión y amor; hoy sé que lo conseguirán. Cuidar a mis seres queridos: familiares, compañeros, amigos, residentes; poner amor en todas y cada una de las relaciones por las que transito a diario.
Mi corazón que a veces se me presenta como débil, es fuerte en realidad. Alejaré de él el miedo a ser dañado. A cambio seré capaz de trabajar con él, escribir con él, de ponerlo en todo lo que sueño y hago.
Hoy me siento capaz de gritar desde aquí: ¡Amo la vida!¡Os amo!
Dedicado a A. ártabro. Gracias por ser, enseñarme y compartir.
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