lunes, 28 de enero de 2013

Sé que te pierdes, el verde del acebo, el sabor a membrillo, la risa de los niños, jugar sus juegos. Sé que te pierdes, enseñarles a ser libres... a tallar una estrella, a mirar el cielo. Un egoísmo ciego encerró de por vida a los sentimientos, corazas de enojo para envolverlos, y muchos fantasmas atrayendo la atención, desviando el miedo. En la hipocondría enferma el cuerpo, gotea mi ombligo lágrimas de ego. ¿Llegará un día en que deje de soñar, tu generosa mano secando mis lágrimas, y pueda al fín llorar porque mi tacto, no te acompaña?

2 comentarios:

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

reclaimeLo bordas ¡querida amiga!.
Besos.

Anónimo dijo...

MUCHA MELANCOLÍA...!!!!
UN ABRAZO