martes, 22 de febrero de 2011

¿Quién eres?

¿Quién?
de figura enjuta, aviesa,de doble cara
enmascarada, que  sigilosa y zalamera.
vas metiendo  pedruscos en mis botas
y atas pesadas cadenas a mis piernas.

¿Quién?
que si la guardia bajo, te acercas
y en mi espalda encuentras blanco
para el filo de tu lastimosa pena,
con  tristezas auto compasivas, cicateras.

¿Quién?
que cuando ando, enzarzas mi camino
de espinosas dudas, y en agrietadas veredas,
a mis reflexiones buscas fundamentos,
enredando mis versos con vanidades
y cizañas que embrollan las ideas.

¿Quién?
que me vistes de mirar añejo,
y me vuelves escaldado perro viejo.
¿Quién que no me quieres libre,
que me apartas el nacer de las auroras?
¿Quíén que mi determinación te llevas?.

No sé ponerte nombre, pero te siento inmensa.

Me cubres con el tul de la timidez y la vergüenza.

9 comentarios:

María dijo...

Si te permite seguir escribiendo con la intensidad que lo haces, no es nadie importante ni perecedero.
Intrigante y hermoso poema.
Besos.

Unknown dijo...

la vanidad, puede ser inmensa, "cicatera" pero es inevitable que encuentres esos amaneceres, en versos de libertad, como lo haces en tu poema. Poema para reflexionar. Besos

Anónimo dijo...

SENTÍ UNA DESOLACIÓN...
UN ABRAZO

César dijo...

Escápate, haz el Camino, deja que tu mente descanse y dejarás de sentir las piedrecitas en los pies, para sentirte morir del placer de observar la Aurora, cuando aún no hayan puesto las flechas del Camino.

karulkalara dijo...

¿Sería la pregunta correcta esa o lo sería tal vez...? ¿Quién soy?

EL AVE PEREGRINA dijo...

Esperanza, amiga mía, ese antifaz... siempre resguarda lo que menos pensamos.

Un abrazo.

Goyo dijo...

No se de quien hablas cuando preguntas ¿Quién eres?, pero seguro que eres tu misma. En esta vida podemos decir las cosas con suma belleza y poder llegar a ocultar su significado, pero siempre habrá una ventana donde mirar, una dimensión desde donde percibir y tocar tu corazón.

Somos una expresión de algo, una energía que surge de una fuente desconocida, un rayo de luz en la penumbra y todo lo que nos rodea es una imagen de nosotros mismos puesta de tal forma que no la distingamos como propia.

En este mundo de conocimiento, no hay lugar para esconderse sin ser visto por la luz que ve, no hay mascara donde esconderse sin mostrar los ojos donde poder penetrar hasta tu alma solitaria, y no hay poesía que no hable de uno mismo, ¿verdad Esperanza?

Un abrazo

Espesura Claridad dijo...

Ese quién de quien hablas, tambien visita mi alma en ocasiones.
Enorme tu poema,
un abrazo.

Enrique dijo...

La verdad Pilar, es que tu poema me desconcierta. Entiendo tus reproches hacia ese ¿Quién? misterioso. Quizás sea algo intangible, una inquietud de tu alma, lo que sea le has dado un envoltorio muy bonito.
Un saludo.