jueves, 26 de agosto de 2010

A Dúelo

Sé poco de batallas
a pecho descubierto.
Si hay lucha, me repliego
aunque con ello pierdo.

Ese guerrero que ahora
se revuelve en mi pecho
por no sentirse herido
prefiere verse muerto.

Por no herirte
no grita, no pregunta,
se esconde,enterrándose en vida
se ahoga entre silencios.

Ese Yin acallado
por un Yan lastimero
se bajó del columpio
y te empuja a otros dedos.

Que sepan provocarle,
aristas al deseo,
que te hechicen el alma
y rellenen tus huecos.

Sirenas que te encanten
mosqueteros traviesos,
que sepan aliviarte
el peso y los recuerdos.

Curanderos que embrujen
balilarinas con velos,
que te acerquen la risa
y surtan tus veneros.

Que no crean en cuentos,
pero cuenten historias
de caminos, de magia
de un Te amo sincero.

Que rechacen los ecos
de malandrines traidores
de cuentos agoreros
que gritan: "No te merezco"

5 comentarios:

aapayés dijo...

Merezco si tu poesía.. llena de vida, de amor y fuerza que de ellos.. emana al leerte


Siempre es un inmenso placer leerte..

Un abrazo
Saludos fraternos...

Que tengas un bello día...

Que disfrutes de un hermoso fin de semana....

GOGO dijo...

"
Que no crean en cuentos,
pero cuenten historias
de caminos, de magia
de un Te amo sincero."

lujo mayusculo el leertee amigalmaa..!!

gracias por permitirlooo..!!

mi cariñoo siemreee..!!

Adriana Alba dijo...

Un gusto leerte amiga, me encantó, siempre nos dejas pensando....

YIN/YAN y la dualidad....


besos

Unknown dijo...

la fuerza del guerrero que prefiere verse muerto por no sentirse herido, o por no herir,ahogándose en silencios...difícil tarea mi querida Esperanza,contar historias de un te amo sincero...cuando se oye ese grito " no te merezco". un abrazo

karulkalara dijo...

El guerrero que no lucha es el más hábil y fiero, el que transforma los ataques en pasos de baile... El que, de la estrategia, hace coreografía recia, sutil; divertida y diversa. Guerrera, no requieren escudos tus batallas, sino espadas con alas que abran en tu pecho llagas por la que se derrame la sangre amarga...