De la mano de un octubre sin otoño,
silenciamos la mente con lujuria,
impúdico vaivén, danza de vida,
conjuramos el tantra del Amor.
Respirar uno en el otro,
liberando al mismo Eros,
ir y venir de bocas, que voraces...
convierten el juego en oración.
Inocentes guerreros desarmados
batallando entre las sombras y la luz,
ir de lo primitivo a lo sublime,
liberando energía en expansión.
Bajar un poco más, precipitarse
humano/animal, tierno/salvaje,
nadar aguas serenas, sentirse Dios.
Fantástica plegaria en comunión.
5 comentarios:
UN VEREDERO PLACER LEER SUS PENSAMIENTOS.
UN ABRAZO
un hermoso vaivén el de tu octubre, besos
Vaiven incitante con final genial!!! Un abrazo
He dejado silenciar la mente en la lujuria del poema. Me llené de belleza. Besos
Un hermoso y sensual poema, Esperanza.
"Un octubre sin otoño"... No puede tener más razón este verso. Me ha encantado en especial.
Besos
PD: Si nos paramos, la niebla nos seduce
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