Cuando pienso en buscarte,
pero sigo a pie quieto.
Cuando siento mis manos palpar tu dolor,
pero no muevo un dedo.
Cuando sueño y no intento,
elevarte en un vuelo.
Cuando involucro el gesto,
en pasados inciertos...
... me transformo en desierto
... Y la aridez de mi alma
se retuerce y enreda,
perforando paisajes; cortándolos con fuego.
Si al inspirar te niego,
al expirar congelo el deseo,
y ateridos mis ojos
visten de inviernos viejos.
Me desdoblo y se escapa mi espíritu
a los cerros, donde mana tu sangre
y beberte es mi alimento.
Y mi otra mitad, un hueco
cavidad uniforme, donde el silencio es silencio.
9 comentarios:
Duda e incertidumbre nos reflejan tus palabras...es como el querer y no hacer...algo retiene...
Me quedo con:
Cuando pienso en buscarte,
pero sigo a pie quieto.
Cuando siento mis manos palpar tu dolor,
pero no muevo un dedo.
Cuando sueño y no intento,
elevarte en un vuelo.
Cuando involucro el gesto,
en pasados inciertos...
Un abrazo Esperanza.
"donde el silencio es silencio"la
negación de todo lo cierto enreda el alma.Tu poema es agua viva. Aunque lo niegues tres veces. Un beso
guau, muy disientes versos. me gusta tu verticalidad.
un abrazo
el bullicio silencioso de la quiescencia infinita, besos
Precioso verso...por casualidad he entrado en tu pagina y me ha gustado...seguro que seguire haciendolo...me ha sorprendido.
Un saludo
Los días de reposo te inspiran..
Seguimos colgados del precipicio, con el alma en vilo. ¿Qué te puedo decir que tú no sepas? Como siempre puro sentimiento, envuelto en palabrás mágicas. Esas palabras que se envuelven de un halo de sereno dolor y tibia dulzura.
Un saludo.
Como Pedro, que luego fue piedra y sobre él se erigió la historia.
Es un placer retomar tus letras.
...ateridos mis ojos
visten de inviernos viejos"
Es una expresión de diez.
Me gustó mucho el poema.
Besos.
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