Se volvió...
para compartir un paisaje
de miradas;
Y en un segundo,
desfilaron entre ambos
las horas ganadas a la tarde,
al sueño y la mañana.
Nos miramos...
como se miran los ancianos
que se saben,
y se detuvo el tiempo
en ese instante
hubo espasmos de luz
y reconocimiento de las almas.
... siguió caminando
su camino y yo emprendí
la senda que me lleva
hacia las llamas...
6 comentarios:
Querida Pilar, siempre que paso por tu espacio me voy colmada.
Tus bellas letras me llenan el alma.
Que grandioso es poder escribir, todo se vuelve mágico.
A mi me sucede todo el tiempo.
Gracias y abrazos.
Apasioante momento, magnóficamente escrito.
Es un placer increíble leerte.
Abrazos.
Esperanza, tu poema es una llama que arde en el final,como si ese espasmo de luz te incendiara el cuerpo. Muy bello. Cariños
Ay! si las miradas matasen...o dejasen a la dama embarazada..
Cuando la mirada aún conmueve...para nada está la dama aún quemada; y por más que su cabeza así lo piense, no seguirá,aún, la senda de la llama..
si hubiese otra ocasión, sería conveniente -creo-, que continuaseis caminando en una misma dirección.
precioso !
gracias
Esas llamas que abarcarán todo..y no dejarán nada escapar..Esas mismas llamas que encienden los ojos..le dan alegria y trizteza..formas de amar..
Saludos desde el sur..gracias por tu visita y tus palabras tan lindas..
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