Es la queja contínua: ¡Andar parados!
Atarse a los recuerdos y al futuro.
No vivir en el presente de los días,
Un no estar consciente, ni atendiendo.
No dejarse atrapar por la alegría.
Ni querer abrir el pensamiento.
Es la ausencia de risa, un no quererse.
Castigarse a vivir anclado al tiempo.
Sin pasiones, sin amor y sin deseos.
Cerrar los ojos del alma,
Mirar y no ver la luz, sentir los ojos cansados.
Esos días que en tono gris, el azul se ha transformado.
El río no corre y la brisa, llega helada al corazón,
Lacerante paraliza, no te deja dar un paso.
Tristeza que en las sombras moras,
De un tronco que se ha secado.
Suelta tu mano y libera,
Los colores de la vida, la consciencia de los actos,
Los sonidos más sublimes,
Los aromas del verano.
Las sombras de los abrazos.
4 comentarios:
Sublime tu poema,
vivir en el presente,
olvidar el pasado
y el futuro
es el caudal
de alegría.
Gracias por compartir.
Cálido abrazo.
Sin tristeza previa no hay conciencia de felicidad. Ahora lo que toca es enterrar aquella, siempre y ¡Vivir, vivir!
Excelentes versos.
Un abrazo
Gracias Esperanza por pasar a visitarme, a la derecha del blog en sitios amigos está el enlace "El Mago".Te envío un abrazo y no te olvides de los amigos!!! pasa a visitarnos!!!!jajaja.
PD: bello lo que has escrito!
Muchas gracias por tu visita a mi blog y las bellas palabras que en él dejaste. Razón tienes que de todo nos quejamos y entre quejas y quebrantos el presente olvidamos. Es hora de vivir en el instante, librarnos del pasado y vivir y respirar en los colores, en el aire caliente, en el abrazo..dejar atrás los miedos, abrirse a los momentos y amar sin más reclamos.un besito.
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