Como si de un ilusionista
se tratara, arribó a mi playa
magneficencia en los colores
de su barca, creando sensaciones
de luz sobre las aguas,
me vistió de seda y tul
me hechizó con sus parábolas.
Me colmó de bienes, y de agua
Mi sed tímida, en un principio
se avergonzaba, pero le ví
convertirse en Merlín,
y transformarme con su vara magna,
pavoneé mi cola explendorosa
por todos los salones y las plazas.
Al son de su on-off, me iluminaba
temiendo siempre dejar de brillar
para encantarle y sentirme abandonada.
Me encadené a sus gustos y dejé
de ser yo y de mirar con mi mirada.
Gracias Paco Alonso, por tu inspiración.
www.alsoldepacoalonso.blogspot.com